De chico
mataba sapos.
Cientos.
De chico,
veía un terreno baldío
donde tiempo después
un vecino murió electrocutado.
Nunca pude darte la mano
cuando salíamos de paseo.
Un escalofrío
corría por mi espina dorsal.
Tampoco vi a mi padre
darle un beso a mi madre.
La casa de mármol negro
era una trampa para ratas.
Rezo:
Un niño grande
con un tic en el ojo
y una completa indiferencia al amor.
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