martes, 29 de agosto de 2023

Un poema

 es como un casette 

que rebobinamos con una birone

para no romper la cinta.


En el lado A 

está el poema que le escribiste a la  persona eterna.


En el lado B

está el poema que te decía chau eternidad.


¿Rebobinamos? 



Lograste 

cruzar ese pasillo 

y decirle a la chica de tus sueños

que la querías.


Los sueños tienen esa propiedad:

nos hacen sentir 

por unos segundos 

inmortales.



Tengo algo que confesarte:

Duermo poco.

Una voz se me aparece y dice llamarse Bartok.

Como el compositor o no sé qué decir.

Hay una cucaracha caminado sobre el teclado (ahora).

Trabajo en una biblioteca donde escritores y escritoras

donan sus libros.

Trabajo en una biblioteca atendiendo llamados telefónicos de parientes 

de escritores y escritoras que han dejado como herencia una cierta cantidad de libros.

Actos de Fe,

me dice Bartok.

Pero eso no es lo que quiero decirte.

Tampoco la cosa es contarte ideas de novelas o manifestaciones de poemas.

Estamos un poco cansados de todo eso.

El asunto es el siguiente:

No encuentro la chispa inicial del magitick.

Y cuando uno pierde el latido del corazón

la cosa se complica.

¿Cómo decirte?

Estoy viejo, ya lo sé.

Pero hay noches en las que me siento fatal y otras

en las que podría ser el doble de Batman.

Siempre un doble.

¿no?