viernes, 20 de diciembre de 2019

Los colores 
acompañan el movimiento.

Los vidrios de la ventana
están sucios.

Marcas 
de nuestra propia infancia.

El zorro blanco
está herido.

Sangre, 
entre vos y yo.

Días calcados.

Sobre la mesa
papeles garabateados.

Nada extraordinario.

Una nota,
no altera el pulso del tiempo.

Algo sobrevuela la casa.

Una langosta extraviada
por la luz de la lámpara.

Metáfora de una vida,
me digo,
mientras acomodo huesos
en el placard.




El dinero
hubiese sido otra opción.
¿saludable?

No más colchones manchados,
plagas en la cocina,
tiempo cercado por 25 metros cuadrados.

Un auto en condiciones,
rutas,
mar,
hoteles.

Como hacen ellos.
¿Ves?

El corazón tiene habitaciones vacías.