Sabemos contar hasta diez,
eso nos enseñaron en la escuela
pero en realidad
nos perdemos en el uno.
Las matemáticas desconocen los humores del corazón.
Él late desde el uno hasta tu muerte.
La muerte y las matemáticas se hermanan en la incertidumbre,
el corazón del cosmos elige
bombear la sangre de la vida
hacia todos los rincones del universo
y ahí
estás vos
acariciando a tu gato.
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