No me hables de los sueños.
Tu padre ha muerto,
y te ha dejado un puñado de papeles deshechos,
una billetera estropeada
y una tónica manera de relacionarte.
¿Es eso?
la distancia entre palabras,
tu aridez,
los mapas mentales.
Te vi
trepado a las ramas de un árbol
fumando una pipa.
La luz del sol
enceguecía tus ojos.
Huías.
Hay algo vivo en vos.
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