Cartomancia.
Los Arcanos Mayores
del Tarot de Marsella,
espejan
rostros pasajeros
de lo eterno.
El Loco,
contorsionista nato,
carga la bolsa
con la totalidad del Tarot.
El Mago,
tiene en su mesa
todos los elementos
y a la vez ninguno.
La Papisa,
remarca su palidez
ante el libro de la Vida.
La Emperatriz,
personaje temible,
si es que lo hay,
desnuda
el corazón del Enamorado.
El Emperador,
se apoya en un trono
sin reino.
El Papa,
el puente,
el comunicador,
el hacedor de un camino.
El Enamorado,
está azorado
ante la presencia
del ángel de la muerte.
El Carro,
la conquista,
el principe
que llega desde lejos.
El Ermitaño,
el sabio
que se aventura
a los caminos.
La Justicia,
la espada que corta
lo que esta de más.
La Rueda de la Fortuna,
la crisis,
los cambios,
dibujos de un horizonte
nuevo.
La Fuerza,
el control
de los instintos.
El Colgado,
la meditación,
podar el árbol familiar.
El Arcano XIII,
el cirujano alquímico.
La Templanza,
el ángel de la curación.
El Diablo,
lo instintivo,
lo profundo,
lo creativo,
el engaño,
el embrujo del sexo.
La Torre Dios,
el rayo,
lo oculto
sale a la luz.
La Estrella,
el lugar,
Ibis,
el pájaro sagrado.
La Luna,
la madre cósmica,
la necesidad
de aullar.
El Sol,
el hacedor de la Vida,
un salto hacia adelante.
El Juicio,
el nacimiento,
la aparición,
el llamado.
El Mundo,
la danza eterna,
los elementos
se reúnen,
todo vuelve a empezar.
Entre ellos,
tus preguntas.
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