miércoles, 28 de agosto de 2019
Cuando no puedo dormir,
me subo a las autopistas
a gran velocidad.
Allí,
estoy en la fila de un supermercado
y en la espera por pagar,
me enamoro de la cajera.
¡Ay de mí! me digo,
entre idas y venidas
de sábanas caídas.
¡Ay de ti!
bella mujer
Sólo llevo
un paquete y una botella.
Espero que este amor
repare nuestras roturas,
antes de preguntarte
sí recibís cupones de descuento
extras larges,
o de contarte que leí un poema
de un tal René Char...
Me fui con la compra,
por una puerta giratoria
sin saber
qué hacer.
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